Esthela Carpio es el ejemplo ideal de que la autoformación y la constancia, pueden reflejar grandes logros en las carreras profesionales de las personas. Su historia revela el esfuerzo y la disciplina que se requieren para dejar una huella en el mundo. Hace casi 19 años tomó la decisión de ser parte de 4Life, una compañía estadounidense líder en la creación de productos para el sistema inmunológico, basados en los Factores de Transferencia. Conoce su trayectoria.

La cuencana Esthela Carpio formó su carácter y esencia con el ejemplo de sus padres, quienes se convirtieron en una base sólida para la educación de sus hijos. “Mis papás se dedicaron al negocio avícola.

Desde muy pequeña, quise seguir su ejemplo. Toda su vida trabajaron, a pesar de que no tenían un título profesional”, cuenta Esthela. 

Intentó estudiar economía y hacer realidad un sueño, que no era de ella, sino de su padre. “Fui por un periodo corto a la universidad, pero fue la carrera más equivocada”, recuerda. Segura y firme de sus decisiones, Esthela Carpio sabía lo que quería para su vida: ser una mujer de negocios.

Esta mujer inició con pequeños emprendimientos desde temprana edad. Antes de casarse con quien hoy es su esposo, Galo Celi, esta ejecutiva fundó una tienda de abarrotes, en una sociedad con su hermano. Pero el negocio no resultó. Luego, abrió una floristería, un espacio en donde su creatividad y habilidades llegaron al más alto nivel. “Me iba muy bien, hasta que tuve a mi primera hija y quería dedicarme a su cuidado completo”. 

También trabajó desde casa y confeccionó lencería. “Yo no era diseñadora, pero me preparé, siempre hay que hacerlo, es parte del crecimiento y conocimiento”, destaca. Esthela Carpio se considera una mujer imparable que se ha caracterizado por buscar la forma de sobresalir y prepararse en cada ámbito en el que emprendía. 

Poco después y lista para regresar al mundo laboral, recibió un consejo de su padre y en su vida experimentó un nuevo reto. Durante nueve años trabajó en una empresa de venta por catálogo de cosméticos. Su primer cargo fue como consultora y en apenas siete meses, ascendió a directora. “Me capacité y aprendí muchísimo hasta que se me abrió una nueva oportunidad y estaba preparada para cerrar este ciclo”, comenta con emoción. 

Los retos y desafíos marcan la diferencia de esta ejecutiva. Una empresa colombiana de venta por catálogo de ropa se contactó con ella. “Comencé en ese proyecto y generé el 90 % del volumen de ventas en Ecuador de la firma Moda Internacional durante algunos años y llegué a tener 2.000 vendedoras a escala nacional a mi cargo”, asegura. Consciente de que el 100 % de su tiempo era consumido por este trabajo, Esthela Carpio percibió que estaba descuidando lo más importante que tenía en casa, sus tres hijas. 

En noviembre de 2005, en un día normal de oficina, lleno de estrés y con poco tiempo extra, Esthela recibió la visita de una persona que le presentó la oportunidad de su vida en 4Life. Esta es una compañía líder en la creación de productos para el bienestar basados en los Factores de Transferencia. “Me preguntaron si me gustaría hacer algo distinto. Lo analicé y dije por qué no. Aunque mi familia en un inició no lo comprendió. Me decían: ¡tienes un buen negocio y te vas a poner a vender pastillas!”. Esta empresaria estaba dispuesta a romper paradigmas y superar todos sus miedos con este gran paso que transformó su vida 180 grados.

Involucrarse en el mundo del network-marketing significaba un nuevo reto: tenía que iniciar desde cero y autoeducarse una vez más. Su mayor anhelo era tener tiempo para ella y su familia. Su principal motivación fue saber que 4Life le brindaría libertad financiera, poder trabajar desde casa, tener espacios para compartir con sus hijas y principalmente seguridad en ella. De hecho, es parte de su lema. Esta compañía presenta una oportunidad de negocio para aquellos que deseen la flexibilidad y libertad de un negocio independiente, con el respaldo de productos innovadores y exclusivos.

Esthela Carpio analizó tres puntos importantes para tomar la decisión que cambió su vida: la compañía que respalda su trabajo, un plan de compensación justo y equilibrado en donde ganen todos y un producto que esté a la vanguardia. 4Life cumplió con todas estas expectativas. Esta ejecutiva, hoy en día, trabaja con más de 7.000 socios a escala nacional e internacional. 

Con la llegada de la era digital, el network-marketing experimentó un enorme salto en calidad. Si bien anteriormente se conformaba mediante la red personal del distribuidor, que vendía a amigos y conocidos, ahora las redes digitales permiten una expansión exponencial. Esto ha permitido a Esthela Carpio potenciar su red de negocio, así como facilitar y organizar su tiempo. 

Es así que con esfuerzo y arduo trabajo, Esthela Carpio se convirtió en la primera mujer latina en conseguir el rango Diamante Internacional Platino en 4Life. La posición es la más alta en Sudamérica y en el mundo solo existen 18 personas que ostentan este cargo. Su reto es llegar al rango más alto: Platino Elite. (P)